lunes, 2 de diciembre de 2019

¿Usó Juan en su evangelio la hora romana?


11. La hora de la crucifixión

(6) La más satisfactoria solución del problema se halla en la idea de que Juan emplea aquí el cómputo romano del tiempo: de media noche a mediodía, y de mediodía a media noche; exactamente como ahora lo hacemos. Por tanto, la sexta hora sería nuestras seis de la mañana. Si esta hora fue el principio del último juicio de Jesús, tenemos bastante tiempo, aunque no mucho, para terminar el juicio, llevar a Jesús fuera de los muros de la ciudad, al mismo tiempo que para la adquisición de las cruces, etc. Además, todos los acontecimientos narrados por los Evangelistas, podrían haber ocurrido entre el alba (Juan 18:27) y las seis o las siete.
Durante mucho tiempo se dudó de que los romanos alguna vez hubiesen empleado este método de computar el tiempo en los días civiles. Farrar vehementemente se opone a esta idea. Pero Plutarco, Plinio, Aulo Gelio y Macrobio expresamente dicen que el día civil romano se consideraba de media noche a media noche. De este modo, de hecho, la cuestión puede estimarse establecida. Lo único que faltaría es saber si Juan utilizó esta forma de apreciación. Por supuesto, los romanos tuvieron también el día y la noche naturales, justamente como nosotros ahora. Pueden decirse varias cosas en favor de la idea de que Juan empleó el método romano de computar las horas en el día civil.

a.       a. Juan escribió el Evangelio muy avanzado el Siglo, probablemente en Asia Menor, mucho después de la destrucción de Jerusalem, cuando probablemente ya no se conservaría al método judaico. Las ideas romanas prevalecieron en Asia Menor.  Juan con toda seguridad, no escribe para los judíos primeramente, puesto que habla de “los judíos” como extraños. Juan escribe para ser entendido por el pueblo, ésta es la forma en que sería comprendido en Asia Menor.

b.       b.Todos los pasajes de Juan en que se menciona la hora, permiten este cómputo. Juan 1:39, sería las 10 A. M. ; 4:6 sg. , las 6 P. M. , contando también desde el mediodía (como nosotros). Esta hora se ajusta mejor a las circunstancias. En la tarde las mujeres vendrían por agua, Jesús tendría tiempo de ir allí, y estaría cansado y hambriento. En Juan 4:52 la hora sería las 7 P. M. Esta de la misma manera se adapta mejor a las condiciones. Juan 11:9: “¿No tiene el día doce horas?”, no va contra esta idea, puesto que aquí obviamente se opone el día natural a la noche. Los romanos emplearon ambos métodos, y nosotros mismos así lo hacemos.

c.      c. Además , un pasaje de Juan (20:19) cuando se compara con Lucas 24:29, 36, hace necesario entender que Juan empleó el método romano en esta ocasión. Era por la tarde, y el día había declinado, según Lucas, cuando Jesús y los discípulos llegaron a Emmaús. Aquí cenó y, “levantándose en la misma hora,” los discípulos regresaron setenta millas hasta Jerusalem y dijeron estas cosas a los once, que estaban reunidos. Pero mientras narraban estas cosas Jesús se apareció a ellos. Ahora bien, Juan, al mencionar esta misma aparición de Jesús (20:19) dice que “fue tarde aquel día, el primero de la semana,” es decir, la tarde del día en que María Magdalena había visto al Señor. Pero entre los judíos la tarde comenzaba el día. Por tanto, Juan, al menos aquí, está obligado a significar el día romano. Fue la noche del mismo día cuya mañana María había visto a Jesús. Esto parece concluyente. Juan aquí utilizó el método romano, pudo haberlo hecho así siempre, es casi seguro que lo hizo así en 19:14. Además, como lo demuestran McClellan, el significado natural de la frase de Juan es que era la sexta hora del viernes (Preparación) de la Pascua. Pero acabamos de ver que Juan 20:19 cuenta conforme al día romano. Por tanto, la sexta hora del día serían las seis de la mañana.
Esta es la única solución que realmente armoniza a Juan con Marcos. Las demás hacen coincidir las horas; pero éstas traen consigo diferentes acontecimientos. Este método armoniza toda la narración, y parece en absoluto probable, si podemos suponer que romanos y griegos emplearon las horas en este sentido, cosa que niega Ramsay.

Sir W. M. Ramsay (the Expositor de marzo de 1893, Volumen Extra, Hastings D.B.) afirma que Marcos y Juan tienen variantes; pero que son de poca importancia, ya que los antiguos tenían escasa noción de las horas. Procura mostrar que el martirio de Policarpo y el de Pronio, generalmente utilizados como base para probar que en Asia Menor las horas se contaban desde la media noche, se consumaron en la tarde, en vez de la mañana, que era el tiempo corriente. Por tanto las ocho y las diez horas serían las 2 P. M. y las 4 P. M.  respectivamente. Ramsay arguye que, cuando se contaban las horas, siempre se contaban desde la salida del sol. Sostiene que Juan es más exacto con respecto a las horas, que Marcos; y que por tanto, Marcos está en un error. Está de acuerdo en que Juan “se sitúa en el plano de los romanos” en el empleo del tiempo, pero niega que la hora sexta pueda ser las 6 A. M. No obstante, la evidencia es demasiado incierta para esta posición dogmática.

Sacado de “Una armonía de los cuatro Evangelios” de A.T.Robertson , Páginas 240,241 y 242

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