Toquemos la tumba de Jesús
La arqueología ha revelado la presencia de numerosas tumbas en
Jerusalén similares a la tumba de Jesús que describe el Nuevo Testamento. Una
es la "Tumba de la familia de Herodes", situada hoy en los terrenos
del famoso Hotel rey David. Presenta una tumba de la clase rica durante el
período herodiano, con una piedra rodante que aún se halla en su lugar a un
lado de la entrada. Sin embargo, cuando se lleva a los turistas en Jerusalén a
ver la tumba de Jesús, se les suelen enseñar dos sitios que según los turistas,
compiten por el título de ser la sepultura de Jesús. Uno es el sitio de los
protestantes, conocido como el Calvario de Gordon, por Charles Gordon, quien lo
descubrió en 1883. El otro es el sitio tradicional de la Iglesia del Santo
Sepulcro, la cual tiene una historia que se remonta por lo menos al siglo
cuarto d.C. (apoyándose en la existencia de columnas aún en uso hoy procedentes
de la iglesia de Constantino, y en su descripción en fuentes bizantinas).
Aunque la mayoría de los evangélicos prefieren el ambiente sereno e intacto de
la Tumba del Huerto, situada junto a la colina que Gordon identificó como el
monte de la Calavera, o Gólgota, no hay evidencias arqueológicas que apoyen
este sitio. En el pasado, su principal apoyo procedía del hecho de que se
hallaba fuera de los muros actuales de la Ciudad Vieja, mientras que la Iglesia
del Santo Sepulcro se halla dentro de ellos. Puesto que el Nuevo Testamento
dice con claridad que Jesús fue crucificado "cerca de la ciudad"
(Juan 19:20; Hebreos 13:11-12), y se daba por sentado que los muros modernos
seguían el recorrido antiguo, el apoyo para la Iglesia del Santo Sepulcro
dependía primordialmente de la tradición. Sin embargo, a fines de la década de
1960, Kathleen Kenyon halló pruebas de que el muro que encierra ahora el sitio
tradicional era un "Tercer muro" construido después de los tiempos de
Jesús (alrededor del año 41 d.C.); por consiguiente, cuando Jesús fue
crucificado, habría estado fuera del "Segundo muro" más antiguo.
Además de esto, en 1976 Magen Broshi descubrió una parte de un muro herodiano
en la sección nordeste de la iglesia. Esto significa que cuando Jesús fue
crucificado, la zona sobre la cual se construyó la iglesia estaba
inmediatamente fuera del muro occidental de la ciudad, en la línea del Primer
muro. Otros han hallado que había una "puerta de huerto" en este
muro, lo cual concuerda con las menciones de un huerto en esta zona (Juan
19:41; 20:15).
Por otra parte, los arqueólogos de Jerusalén Gabriel Barkay y
Amos Kloner han señalado que la Tumba del Huerto forma innegablemente parte de
un sistema de tumbas que hay en esa zona, las más prominentes de las cuales se
hallan junto a la Tumba del Huerto en la propiedad de la Escuela Francesa de
Arqueología, la École Biblique. Todas las tumbas de este complejo datan de
tiempos del Primer templo o de la edad de Hierro II (siglos octavo y séptimo
a.C.). Puesto que el Nuevo Testamento dice que Jesús fue enterrado en "un
sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno" (Juan 19:41),
se debe excluir de cosideración la Tumba del Huerto. En cambio, las tumbas
vecinas a la Iglesia del Santo Sepulcro son tumbas de fines del período del
Segundo Templo (siglo primero d.C). En las excavaciones llevadas a cabo a fines
de la década de 1970 en el sitio, aparecieron los cimientos del Foro Romano de
Adriano, en el cual se había construido el templo de Afrodita (alrededor del
135 d.C.). Tal como había hecho en el sitio del templo judió, Adriano había
construido templos y santuarios paganos aquí para superar estructuras
religiosas anteriores. Si era éste el sitio venerado por los primeros
cristianos como la tumba de Jesús, esto explicaría esta ubicación para el
edificio. Eusebio, historiador eclesiástico del siglo cuarto, dice que Adriano
construyó una inmensa plataforma rectangular sobre esta cantera,
"escondiendo la cueva santa debajo de aquel montículo".
Aún se puede ver en parte la roca sobre la cual se edificó esta
iglesia a través de una sección reservada para que la vean los visitantes. Esta
roca manifiesta evidencias de actividad sísmica, un hecho que concuerda con el
relato de los evangelios (Mateo 27:51). Las excavaciones dirigidas a poner al
descubierto una parte mayor de esta roca han revelado que era una parte
rechazada de una cantera preexílica de piedra blanca, tal como lo evidencian
las vasijas de barro de la edad de Hierro II que hay en el lugar. Ante todo
esto, se ha sugerido que la cita que hace Pedro del Salmo 118:22, "La
piedra que desecharon los edificadores..." (Salmo 118:22), podría tener
doble significado (vea Hechos 4:11; 1 Pedro 2:7). Ya en el siglo primero a.C.
esta cantera rechazada había pasado de ser un basurero de desechos a
convertirse en lugar de enterramiento. Este sitio también se hallaba situado
cerca de un camino público en tiempos de Jesús (vea Mateo 27:39), lo cual lo
ayuda a reunir los requisitos necesarios para el sitio auténtico, puesto que
concuerda con las exigencias tanto judías como romanas para los lugares de
ejecución (vea Levítico 24:14). Por esta razón es posible que la roca haya
recibido el nombre de "lugar de la calavera", porque era un lugar de
muerte. Hay otra consideración más a favor de la Iglesia del Santo Sepulcro: el
tipo de tumba en el que fue puesto Jesús. En el siglo primero se utilizaban dos
tipos de tumbas. Unas eran las llamadas Kokim, más corrientes, que eran unos
nichos largos y estrechos cavados en la cámara de la cueva de enterramiento en
ángulo recto. Las otras, llamadas arcosolia, eran bancos poco profundos
cortados paralelos a la pared de la cámara con un techo arqueado sobre el
nicho. Estos tipos de tumbas estaban reservados para los que tenian riqueza y
alto rango. Parece haber sido éste el tipo de tumba en el cual fue puesto
Jesús, puesto que se dice que su tumba era la tumba de un hombre rico (Mateo
27:57-60; compare Isaías 53:9), los discípulos pudieron ver el cuerpo cuando
estaba tendido (lo cual sólo es posible con una tumba cortada en forma de
banco, Juan 20:5, 11) y los angeles fueron vistos sentados donde habían estado
la cabeza y los pies de Jesús (Juan 20:12). La tumba fuertemente erosionada que
hay en el Huerto de la Tumba no tiene ninguna de estas caracteristicas,
mientras que está claro que la llamada Tumba de Jesús que se halla en el sitio
tradicional, aunque deformada por siglos de devotos peregrinos, se halla
compuesta por una antecámara con un arcosolium cortado en la roca.
[ Las
Piedras Claman de Randall Price, páginas 256,257,258,259] El Dr. J.
Randall Price (Maestría en teología con especialidad en Antiguo Testamento y
lenguas semiticas, Seminario Teológico de Dallas; doctorado en filosofía con
especialidad en Estudios del Oriente Medio, Universidad de Texas, Austin) ha
hecho estudios posgraduados de arqueología en la Universidad Hebrea de
Jerusalén y ha sido profesor de Arqueología bíblica en la Universidad de
Texas. Ha hecho excavaciones en Tel Yim´am, en Galilea, y en Qumram (el lugar
de los rollos del mar Muerto). Es autor también de "Secretos de los rollos
del mar Muerto" y "En busca de los tesoros del templo”.
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